A veces pensamos, erróneamente, que piel seca es sinónimo de piel deshidratada, cuando la realidad es que un concepto hace referencia al tipo de piel y el otro, a la circunstancia concreta de la piel en ese momento. ¿Quieres aprender a realizar esta distinción y aprender a cuidar tu piel correctamente? ¡No te pierdas las siguientes líneas!

¿Qué es la piel seca?

La piel seca es una condición permanente, es lo que conocemos como un tipo de piel. Esta se caracteriza por la carencia de agua y de lípidos en la barrera cutánea. Es fina y no suele presentar granos ni poros dilatados, aunque sí aspereza y descamación. Eso sí, suele ser más sensible que la piel grasa y reaccionar a agentes externos que normalmente no causan ningún efecto adverso, tal y como el frío, los perfumes o el maquillaje.

¿Qué es la piel deshidratada?

La deshidratación es una pérdida del agua presente internamente en la piel por su evaporación superficial descontrolada. Esta es una condición transitoria que pueden experimentar todo tipo de pieles, desde las normales, hasta las grasas y las secas, pasando por las mixtas, y que presenta las siguientes consecuencias:

  • Falta de luminosidad
  • Rojez
  • Prurito
  • Tirantez
  • Irritación
  • Arrugas

Esta falta de hidratación puede deberse tanto a factores intrínsecos como extrínsecos:

  • Intrínsecos: aquí se enmarcan los efectos derivados de algunos tratamientos médicos, los cambios emocionales (como el estrés o la ansiedad) o los trastornos hormonales (como los que se dan durante el embarazo y la menopausia).
  • Extrínsecos: incluye los causados por los agentes externos, tal y como la radiación solar, la contaminación, el humo de tabaco o los cambios de temperatura.

¿Qué es la piel grasa?

La piel grasa se da cuando las glándulas sebáceas producen un exceso de sebo. El sebo es un elemento necesario para la piel, ya que genera una película protectora en la superficie de la misma. Sin embargo, un exceso de sebo puede taponar los folículos, generando una acumulación de grasa y células muertas que lleva a la aparición de imperfecciones, como los granos o los puntos negros. La piel grasa es gruesa, pero también puede ser sensible si las imperfecciones generadas por la acumulación de sebo provocan irritación.

Debemos recordar que un exceso de grasa en la piel no implica necesariamente una correcta hidratación, ya que la hidratación hace referencia al contenido de agua de la piel, mientras que la grasa influye en el contenido lipídico superficial. Por eso, tenemos que escoger productos cosméticos hidratantes pero específicos para este tipo de pieles: oil free y no comedogénicos.

¿Por qué debemos hidratar la piel?

La piel es 70% agua. Su exposición prolongada a factores externos provoca una pérdida de hidratación que se traduce en un debilitamiento de su función barrera (la encargada de defendernos frente a patógenos e infecciones), pérdida de luminosidad, falta de densidad, firmeza y elasticidad (y por lo tanto, aparición de arrugas y líneas de expresión).

Cuidados para pieles grasas deshidratadas

Desde Avance Cosmetic contamos con productos de cuidado facial específicos para pieles grasas y deshidratadas:

  • Crema Hidratante Ligera de Hi Sensitive: indicada pata pieles de mixtas a grasas, esta crema está formulada con extracto de avena, que cuenta con propiedades antioxidantes, emolientes y suavizantes; niacinamida, una forma de vitamina B3 que actúa como antioxidante y protege frente a la inflamación, disminuye la deshidratación y regula el exceso de sebo, entre otros beneficios; ácido hialurónico, que contribuye a evitar la deshidratación y a mantener la elasticidad y turgencia de la piel; pigmentos unificadores del tono, que actúan contrarrestando el tono rojo de la piel; extracto de caléndula, que regenera y calma la piel antes la irritación, al mismo tiempo que protegen la hidratación; y pantenol provitamina B5 capaz de evitar la deshidratación de la piel y favorecer la restauración de una función barrera óptima.
  • Ampollas de Ácido Hialurónico Triple Efecto Flash de Hi Antiage: estas ampollas son el tratamiento ideal para las pieles que buscan hidratación y densidad. De textura ligera, están formuladas con ácido hialurónico de doble peso molecular (que retiene moléculas de agua para mantener la turgencia cutánea al mismo tiempo que forma un velo protector sobre la superficie de la piel evitando la deshidratación y contribuyendo a mantener la elasticidad), un complejo hidratante (que ayudan en la captación de agua y mantienen la elasticidad, el metabolismo y la función barrera de la piel), alantoína (promueve la renovación y regeneración cutáneas, aumentando la suavidad de la piel), extracto de microalgas (con propiedades antioxidantes que protegen frente al daño causado por la radiación y la degradación de las moléculas de la matriz que rodea las células) y glicerina (que impide la pérdida de agua transepidérmica).
  • Mascarilla Facial Hidrogel Antiedad de Hi Antiage: formulada con ácido hialurónico de doble peso molecular que retiene moléculas de agua para mantener la turgencia cutánea, la elasticidad y evitar la deshidratación; extracto de manzanilla, con propiedades calmantes y capaz de purificar la piel; y glicerina, que evita la pérdida de agua transepidérmica.

Sigue unos hábitos de vida saludables y utiliza productos cosméticos específicos para tu tipo de piel, así como para su circunstancia actual. Recuerda que una piel grasa puede estar deshidratada, mientras que una seca puede contar con los niveles de agua adecuados.